12-12-20248 Minutos

Participación de Ana Belén Leyva, prosecretaria de AAPAS, en el evento Yo Agente Mujer México


En el marco del 12º evento Yo Mujer Agente realizado en la ciudad de México el día 21 de Noviembre, nuestra representante Ana Belén Leyva, especialista en temáticas de género y cabeza de la comisión de Género de la Asociación Argentina de Productores Asociados, brindó una ilustrativa e inspiracional charla sobre el rol y valor agregado que le aportan las mujeres al mercado asegurador argentino.

Es en este contexto Leyva comentó a modo introductorio en qué consisten los estereotipos y roles de género que las mujeres asumimos, más allá del rubro profesional en el que nos desempeñemos, a lo largo de nuestras vidas; comenzando por la educación y socialización, entendiendo que crecemos rodeadas de roles estereotípicos que nos vemos culturalmente obligadas a asumir o que se esperan de nosotras y sesgos discriminatorios. Esta ecuación proviene tanto de la cultura misma -a través de narrativas y también consumos culturales como el arte o las publicidades- y también la propia educación que recibimos en el seno de nuestras familias, los ámbitos formales y sociales.

Cabe destacar que pese a todos los impedimentos y desigualdades estructurales a las que nos enfrentamos, las mujeres tenemos una mayor participación en la educación en todos los niveles, pero en el universitario con un 63,3% de egresadas y en posgrados del 60,9% de egresadas. Las ciencias sociales, humanas y de la salud son las áreas de mayor participación, mostrando una clara segmentación en relación a cómo se eligen las carreras también conocida como segregación horizontal en donde existen carreras “feminizadas”, pero no porque sean carreras que tengan atributos femeninos, sino que son socialmente valoradas como carreras “femeninas”.

Sin embargo, lamentablemente, pese a ser mayoría en las aulas hoy en día tener un título universitario no garantiza a las mujeres igual remuneración que los varones (la brecha salarial es del 26% y alcanza el 30% entre profesionales), ni tampoco mejores condiciones de empleo.

Esto no significa que no sea importante la formación profesional hoy en día para las mujeres que desean desarrollarse como PAS. Es así que Layva explicó que el verdadero empoderamiento está dado por la posibilidad de generar la autonomía financiera; en este sentido la formación continua es un pilar fundamental para elaborar ese empoderamiento.


“Las PAS en Argentina: mayor nivel de ingreso, menor participación de mujeres en una franja desde el 21% al 33%”


Panorama en el mercado asegurador: un largo trecho por andar

¿Pero qué sucede dentro del mercado asegurador? ¿Qué tipo de representación encontramos de mujeres y grupos minoritarios en el sector? ¿Y en puestos de jefatura o altas jerarquías?

“La representatividad es bastante baja. En el padrón de PAS, venimos creciendo pero no superamos el 40% (34% promedio en todo el país según datos de la ssn). En el caso de personal de aseguradoras, se destaca una feminización en puestos de bajo mando (asistentes, secretarias). En puestos de decisión, la brecha se ensancha ya que no superan el 12%. Respecto a las APAS, las presidentas vienen aumentando en el último tiempo; igualmente las comisiones directivas no llegan a tener cupo igualitario”, advierte Leyva.


“El indice global de brecha de género en el que un % del 100 significa paridad total y 0 disparidad completa, se situa en 2022 el 68.1% y 72.6% en Latinoamerica y Caribe”


En cuanto a la disparidad por ingresos de género, sobre la masa de productores se observa una clara tendencia que implica que cuanto mayor el nivel de ingreso mayor participación de hombres. “Esto está analizado en un corte de 3 “antigüedades” como productor de seguros. Más de 20 años, entre 11 y 20 y menos de 10 años. Y a pesar de que el número de productores mujeres aumentó en esos años, la tendencia mejoró apenas si levemente”, nos explica Ignacio Sammarra con datos provenientes del archivo Base de Datos AAPAS Veraz.

Podemos decir entonces que el rubro asegurador aún no es un terreno igualitario, al igual que en otras industrias, sin desplegar ninguna particularidad más que verse inmerso en una cultura transversalmente desigual y un sistema históricamente patriarcal.. Aún siendo una actividad independiente, es notoria la diferencia entre géneros. Un indicador que lo evidencia es que cuanto mayor es el nivel de ingresos, hay más varones”, sigue Leyva.

Desafíos del sector

Es por este mismo motivo que resulta tan importante poder seguir visibilizando estas realidades con datos e indicadores, abriendo el debate en ámbitos competitivos y profesionales como lo es el mercado asegurador en Argentina y en el exterior. Eventos como XXX fomentan que sigamos replanteándonos qué aspectos mejorar de cara al futuro, con el objetivo de hacer este ámbito más inclusivo, diverso e igualitario para todas.

También es clave fortalecer nuestras áreas de competencia, buscar la independencia financiera -que pueden ser un factor determinante en nuestras vidas-, capacitarse en temas DEI (Diversidad e Inclusión) dentro de las empresas e instituciones mismas, y sobre todo, ser motor de otras; esto es, convertirnos en agentes de cambio e inspiración para otras mujeres o grupos minoritarios, involucrarnos en la comunidad así como apoyar a las empresas de mujeres.

Según datos de ONU Mujeres Argentina, las mujeres ocupan solo el 6,4% de las presidencias y el 17,5% de las juntas directivas de las empresas en Argentina. Asimismo, cuando una empresa apoya a otras empresas de mujeres, 8 de cada 10 consumidores consolidaría su fidelidad con la marca. Entonces, incorporar perspectiva de género a la cadena de valor o suministro es beneficioso para las empresas.


“Un informe de WEForum explica que tomará 135 años a nivel mundial. Para América Latina y el Caribe la cifra asciende a 168 años (con el ritmo de acciones que se vienen realizando)”


El empoderamiento de las mujeres implica que participen plenamente en todos los sectores y a todos los niveles de la actividad económica para construir economías fuertes, establecer sociedades más estables y justas, alcanzar los objetivos de desarrollo, sostenibilidad y derechos humanos y mejorar la calidad de vida de las familias.

“Un desafío es lograr un mayor desarrollo para empoderar a las mujeres, para ello se necesita capacitar a todos los niveles en la importancia de mostrar casos de éxito de las industrias que trabajan la diversidad e inclusión. En cuanto al rol de AAPAS en esta transformación cultural, es necesario profundizar desde adentro para luego trabajar hacia afuera. Falta mucho para lograr un equilibrio”, concluye Leyva. «