Juan José Caeiro, más de medio siglo comprometido con el seguro

Foto de hombre mirando a cámara y sonriendo

Porta un apellido que va por la tercera generación de Productores. Representó a AAPAS en el exterior -con una anécdota detallada en esta nota que lo retrata al 100%-, y en diferentes cargos directivos en el plano local. Fue vicepresidente de la Asociación en tres oportunidades y, en una de ellas, ejerció como presidente al dejar su cargo Eugenio Malvino por una enfermedad. Juan José Caeiro respira seguros, y en esta nota de reconocimiento a su trayectoria, nos cuenta sobre su vida y su gran aporte a la actividad.


icono perfil  PERFIL

Nombre: Juan José Caeiro
Vida laboral: Comenzó en seguros como empleado en una aseguradora y en 1973 arrancó como PAS independiente, hasta que se jubiló
Principales cargos en AAPAS: Vocal (titular y suplente); Presidente de la Comisión de Planeamiento Estratégico donde lanzaron el “AS”; Represente en el exterior como delgado; Vicepresidente en tres

períodos, uno de ellos asumiendo como presidente al enfermarse Eugenio Malvino.
Composición familiar: Esposa y dos hijos
Edad: 78 años
Estudios: PAS y universitarios incompletos (Contador Público)
Años en el mercado asegurador: 1961 a 2014

Fue en 1961 el año en que te matriculas como PAS. ¿Cómo se da tu llegada al mercado asegurador, quién era y qué tuvo que ver en ello Serapio Ortiz?

Serapio era mi tío, como un padrino para mí por el fallecimiento de mi padre cuando yo solo tenía siete años. Él me hizo entrar en área de cobranza a la Compañía Aseguradora Argentina que, junto con la La Franco, eran las dos más grandes del país en esos momentos. Por el año 1973, desde un escritorio en la habitación de mi hijo recién nacido, comencé con la producción de seguros de forma independiente.

“Cuando podía me escapaba a hablar de seguros con Eugenio Malvino, él me inició como dirigente en AAPAS y fue para mí un verdadero prócer”

¿Cómo recordás aquellos tiempos y qué implicaba ser Productor de Seguros en ese entonces, a diferencia de la actualidad?

En ese entonces, como empleado, veía que los PAS eran los mimados del mercado, todo giraba alrededor de ellos. Lo que decían era palabra santa. Y la visita a los clientes era comparable a un médico, por gran respeto y la fuerte confianza que se generaba.
En esos tiempos, hice amistad con Eugenio Malvino que tenía sus oficinas dentro de una aseguradora, y cuando podía me escapaba a hablar de seguros con él. Él me inició como dirigente en AAPAS y fue para mí un verdadero prócer. Hasta ese entonces, solo tenían voz y voto los grandes brokers y Eugenio logró una democratización que sigue vigente hoy, donde todos tienen lugar.

Caeiro matriculándose como Productor de Seguros en 1971

foto en blanco y negro con dos hombres dandose la mano
foto de hombre grande con un niño

Serapio Vicente Ortíz y el pequeño Juan José Caeiro en 1950

Foto de tres personas mirando unos papeles

Una imagen vintage en su oficina de Bolívar en 1978

¿Cómo se fue conformando y ampliando el negocio familiar, ya con tercera generación de PAS?

El comienzo fue del tío Serapio, Productor de Seguros en Bahía Blanca, por los años cuarenta, que a su vez formó a varios sobrinos, entre ellos yo. Yo a su vez inicié a mi hermano menor (padre de Martín Caeiro, actual prosecretario de AAPAS), luego a mi cuñado, que a su vez le enseñó a mi sobrino. Ayudé a todo el PAS o aspirante que pude. En ese entonces, no había ningún tipo de barrera de entrada, literalmente cualquiera podía hacer seguros. Por eso era tan importante y difícil lograr hacerlo de forma profesional. Necesitabas de toda tu voluntad y vocación.

Sobre mi experiencia, siempre busqué ayudar a la familia en el desarrollo personal de cada uno. Prioricé lo más importante para mí, que es el concepto de la independencia, nunca trabajaron para mí. Me pareció siempre interesante, y lo pregoné en toda mi carrera. Que los PAS se unan, que colaboremos entre nosotros y además presentarnos colectivamente ante las aseguradoras para lograr mejoras, pero sin que eso implique una ganancia sobre los pares.

“Siempre prioricé el concepto de la independencia, que los PAS se unan, que colaboremos entre nosotros y presentarnos colectivamente ante las aseguradoras para lograr mejoras”

Y por supuesto, a mi hijo Juanjo, con el que compartimos el nombre, considero que es mi gran orgullo profesional, quien hizo una trasformación diferenciadora. Heredó mi espíritu de capacitación continua, pero llevó las cosas mucho más allá en la calidad de atención para la época y para este país, cuando además certificó su empresa, Atender Broker de Seguros, bajo las normas internacionales ISO-9001. Plasmando lo que yo soñaba, que el PAS no sea un simple despachante de pólizas, sino que fuera el tractor fundamental del mercado asegurador.

Foto de cinco hombres. Guillermo Mogni, Martín Caeiro -actual prosecretario de AAPAS-, Juanjo Caeiro, Rodolfo Caeiro y Juan José Caeiro

Guillermo Mogni, Martín Caeiro -actual prosecretario de AAPAS-, Juanjo Caeiro, Rodolfo Caeiro y Juan José Caeiro

Foto vieja de 2 hombres con traje mirando a la cámara

Juan José Caeiro, padre e hijo, en el Congreso de Huerta Grande en Córdoba

2 hombres con traje mirando a la cámara

Juan José y Juanjo Caeiro en las oficinas de Atender

¿Cómo se da tu llegada a AAPAS y cómo se encontraba la institución en ese entonces?

Recuerdo que fui por mi cuenta, solo, a un congreso en 1980 en la ciudad de Quito, Ecuador. Ahí conocí al colega Julio Cura, socio de AAPAS, que me acercó a la Institución. AAPAS venía de ser un grupo elitista de grandes brokers que estaba en pleno proceso de democratización liderado por Eugenio Malvino y del que me alegra haber trabajado tanto para lograrlo.

Te tocó ser vicepresidente de la Asociación. ¿Cómo llegaste a ese cargo y cuáles crees que fueron tus principales aportes a AAPAS y los PAS?

Fue un largo recorrido de diferentes cargos y trabajos que me llevó a que quieran que cumpla ese rol. Fui muy activo en la representación internacional en COPAPROSE, incluso ayudando en algunos países a consolidar y hasta formar sus instituciones.

Tal vez, uno de mis principales aportes fue haber presidido la Comisión de Planeamiento Estratégico lanzando la marca “AS” (Asesores Seguros), que se planteó como la búsqueda de excelencia en nuestra actuación profesional y pretende ser una garantía para los asegurados en la calidad de comportamiento y compromiso del Productor de Seguros que logre acreditar la misma.

“Uno de mis principales aportes fue haber presidido la Comisión de Planeamiento Estratégico lanzando la marca “AS”, que se planteó como la búsqueda de excelencia en nuestra actuación profesional”

¿Hay alguna anécdota o historia que te gustaría compartir, ya sea en AAPAS o por tu rol como PAS dentro del mercado?

Es hasta gracioso visto desde la perspectiva actual, pero recuerdo que los brokers rendían los pagos a las aseguradoras, antes del 30 de junio, solo una vez al año.

Otra historia digna de recordar fue cuando fuimos al “Primer Encuentro Mundial de Seguros” en 1992, Madrid, España. En el mismo habló como oradora la Primera Ministra Británica, Margaret Thatcher, haciendo alusión a la guerra de Malvinas y mencionando despectivamente a nuestro país. Me paré y me retiré de la sala con la delegación argentina y presentamos una moción de desacuerdo. Fue un momento tenso y desagradable que hoy recuerdo con nostalgia y cariño por haber tenido la oportunidad de defender a mi querido país desde el lugar que me tocó.

“Primer Encuentro Mundial de Seguros” (Madrid, 1992): recordada anécdota con Margaret Thatcher

¿Qué directivos de AAPAS te han marcado y has tenido un mayor vínculo?

Eugenio Malvino, en primer término, que fue un referente importantísimo para mí y para muchos otros que lo acompañamos. También Jorge Klein, quien se destacó siempre por su bondad y su intachable conducta; Antonio González, con quien hicimos visible a AAPAS en la parte internacional; y recuerdo a Marcelo Garasini, que para ese entonces era un chico muy impulsivo y comprometido.

Tras tantos años dentro del mercado, ¿qué haces de tus días y cómo te sentís en esta etapa de tu vida?

Mis días se dividen, primero que nada, en compartirlos con mis nietos, esa es mi prioridad absoluta. En segundo término, bailar tango o enseñarlo. Y en la medida de lo posible, el turismo.