15-04-202512 Minutos

Desbloqueando el liderazgo:

Cintia Gonzalez Oviedo y el poder de la diversidad

En un mundo que enfrenta rápidos cambios, Cintia Gonzalez Oviedo comparte su perspectiva sobre cómo los programas de liderazgo e innovación deben integrar la diversidad y combatir los sesgos para prosperar en el mercado actual.


Los programas de liderazgo e innovación más exitosos serán aquellos que trabajen con sus propios sesgos/ o entender los negocios hoy tiene que ver con entender el impacto de los sesgos en la toma de decisiones.

En esta ocasión charlamos con Cintia Gonzalez Oviedo, CEO de la consultora Bridge The Gap, especialista DEI y Board Advisor en Liderazgos, Management e Innovación. Oviedo no solo es fundadora y CEO de Bridge, sino que también tiene un pie en el mundo publicitario, ya que es co-fundadora y directora de estrategia de Agencia Hermana, la primera agencia nacida desde la perspectiva de género. Asimismo fue asesora de Políticas de Inclusión laboral en el Ministerio de Trabajo de Nación Argentina y actualmente enseña en la Universidad de San Andrés. Con una formación multifacetada (es magíster en Género, Sociedad y Políticas y psicóloga de formación con Maestría en Marketing y Comunicaciones corporativas), acaba de ser elegida para el GBEL Programa de la Universidad de Georgetown: Global Business Executive Leadership Program, y cuenta con experiencia en el mundo corporativo ya que durante 12 años ocupó posiciones como jefa de producto, brand manager y marketing manager.

Hace tiempo que venís trabajando como Board Advisor en empresas y organizaciones varias en temas DEI, contanos por qué pensás que hoy apostar a la diversidad también es negocio en base a tu experiencia.

En los últimos años, a través del trabajo en el que me focalicé desde Bridge The Gap y otros roles, he visto que las empresas muchas veces repetían esto de que “la diversidad es buena para los negocios” pero después cuando entrabas a trabajar en un equipo todo se reducía a una charla o capacitación. Cuando si hay algo que impacta en la innovación y la rentabilidad de las compañías, se le pone todo el foco. Sin embargo, siempre lo que se veía eran charlas. Entonces, en primer lugar sostengo que no se terminó nunca de entender el impacto en los negocios, creo que en parte tiene que ver con que la conversación surgió desde espacios activistas o de DDHH que tienen mucha incidencia en las políticas públicas, pero que en el sector privado tiene otras implicancias. Todo esto que está pasando ahora, el efecto backlash, era muy previsible porque todo estaba dependiendo de cuestiones muy lábiles y no había un real convencimiento.

¿Qué pensás sobre la situación actual de las marcas y el DEI sobre todo a la luz de comentarios como el del CEO de META por ejemplo?

Desde mi lugar sí puedo afirmar que la diversidad es un tema de management y esa es una deuda que muchas compañías no terminaron de absorber al 100%. Aún en este contexto, donde se están dando marcha atrás en estos temas, las compañías que sí venían trabajando estratégicamente en sus programas de diversidad, en sus formas de contratación en función del mérito de las personas, no están desapostando a la diversidad porque tiene que ver con la sociedad del siglo XXI. Entender los negocios hoy tiene que ver con entender el impacto de los sesgos en la toma de decisiones. Si realmente apostás por el talento, vas a ir por ahí. Si no trabajamos el modelo de liderazgo, la retención de personas, el modelo de innovación pensando en la diversidad, no estamos pensando en el siglo XXI, más allá de quién gobierne o contextos transitorios.


“Si no trabajamos el modelo de liderazgo, la retención de personas, el modelo de innovación pensando en la diversidad, no estamos pensando en el siglo XXI, más allá de quién gobierne o contextos transitorios”


En una nota reciente sobre la creciente SHEconomy comentabas que uno de los principales temas con los que nos enfrentamos en el mediano y largo plazo tenía que ver con las edades de retiro (en ambos géneros), las poblaciones envejecidas y la planificación previsional.

Creo que hay que pensar en los próximos sistemas jubilatorios. La familia tradicional ha sido siempre el modelo típico de conformación de organización de las sociedades durante los siglos XIX y XX, las sociedades se encuentran “genderizadas”, es decir que están organizadas en función de los géneros, que sostienen tanto el sistema económico productivo como el sistema económico no remunerado.

La Sheconomy es algo que se está dando hace muchos años que tiene que ver con el crecimiento del segmento de las mujeres como consumidoras y actores financieros en el consumo, pero también en relación a un cambio de comportamiento que tiene que ver con las proyecciones de vida. Hay un impacto en todas las generaciones pero sobre todo las más jóvenes, Millenials y Gen Z, que están con cambios de comportamiento en relación a sus decisiones de vida: al manejo del dinero, autonomía económica, proyección financiera, no tener hijos, no formar una pareja tradicional. Las mujeres más jóvenes van a cambiar la sociodemografía del mundo y a eso se refiere la Sheconomy, porque van a haber otro tipo de consumidoras en cuanto al capital que van a manejar.

Según Boston Consulting Group las mujeres tienen un promedio del 40% de la riqueza mundial y va a tener una tasa anual de crecimiento del 8%, superando la tasa de crecimiento de lo que se ve en los hombres. También va a aumentar la participación laboral en todos los países, es decir que va a aumentar la participación económica de las mujeres impactando en el PBI. PWC dice que van a crecer mucho las economías emergentes donde las mujeres son el principal actor económico y donde 7 de cada 10 pobres son mujeres. Las mujeres van a aumentar su influencia económica en las próximas décadas.

¿Qué pensás que deberían empezar a pensar y planificar también las empresas en este sentido?

Una de las cosas que algunas empresas están trabajando, sobre todo las entidades financieras o bancarias, son qué productos y servicios van a ofrecer a este segmento en crecimiento. Con eso nos referimos a que la Sheconomy implica distintos tipos de consumidores y comportamientos. En las empresas se preguntan si tienen personas que estén proyectando estas necesidades, si están entendiendo estos cambios para ofrecer productos y servicios en ese sentido. ¿Qué tipo de consumidor voy a tener? ¿Estoy entendiendo esos drivers para hacer una comunicación adecuada, para ofrecer un mkt adecuado, tomar decisiones de management que tengan que ver con ese crecimiento? Lo que vemos en muchos casos es que recién cuando hay un problema de negocios, se involucran a pensar el impacto de todos estos segmentos de diversidad en el comportamiento de los consumidores.

¿Qué tendencias destacadas se vienen en el mundo del trabajo para este 2025 de lo que estuviste viendo o que te interesan?

Hay una tensión actual: los equipos de management están teniendo que formarse en esta hipercomplejidad porque impacta en cómo vamos a liderar a las personas de nuestros equipos, cómo se van a adaptar nuestras estructuras –por ejemplo de Marketing y RR.HH– para trabajar con estas necesidades. Lo que observamos es que, en general, los programas de liderazgo siguen siendo muy tradicionales y responden a un mundo que ya no existe, aún en empresas que invierten en innovación.


“Las mujeres más jóvenes van a cambiar la sociodemografía del mundo y a eso se refiere la Sheconomy, porque van a haber otro tipo de consumidoras en cuanto al capital que van a manejar.”


Y hablando un poco del uso del tiempo, la productividad y la tecnología: ¿es la desconexión y la búsqueda de bienestar (salud mental) el nuevo lujo de esta época?

Sí, creo que la desconexión y la búsqueda de bienestar va a ser el nuevo lujo de esta época. Ya se está hablando del impacto del uso de redes sociales y plataformas digitales en salud mental, en nuestro sistema nervioso, en la toma de decisiones, en el burnout, en el pensamiento crítico. Por un lado, estamos en un mundo donde se dice que el pensamiento crítico va a ser la habilidad nº1 que se va a pedir en las compañías y, a su vez, es la que más se deteriora con el consumo digital donde todo es inmediato, donde la información se toma como verdadera sin chequear. Esto decrece el pensamiento crítico y está siendo un problema en los RR.HH.

Contame 3 hacks que usas para despejar la mente e inspirarte.

Yo uso mucho las pausas cognitivas, no siempre lo logro pero trato de tener pausas en relación al consumo digital durante la jornada laboral. También trato de trabajar de manera presencial con mi equipo porque aumenta la conexión y se entienden mucho mejor las cosas. Por último, soy una persona que busco mucho los espacios verdes y los deportes, pero lo hago a conciencia para contrarrestar el trabajo digital, porque la mayoría de las personas no estamos entendiendo el impacto que esto tiene en nuestra salud mental.«