Seguimos indagando el “Lado B” de aquellos que trabajan en el mercado asegurador, para conocer las actividades que realizan puertas afuera de sus oficinas. Y saber cómo combinan sus hobbies y experiencias de vida, con su labor en el seguro.
En el último número de la revista SEGUROS, conversamos con Martín Campos, quien además de ser Productor Asesor de Seguros y Socio Director de Norden Brokers, es fanático del Turf y del Polo.
Sus inicios en la actividad aseguradora
“Yo siempre estuve relacionado con el campo. Hice el secundario en una escuela agro técnica en Las Flores y cuando terminé me fui a Buenos Aires a estudiar Economía Agropecuaria. En el último año hice una pasantía en la Secretaría de Agricultura sobre riesgos y seguros agropecuarios y me fui especializando en el tema. Dentro de la cartera de Agricultura, se creó la Oficina de Riesgos Agropecuarios (ORA) y estuve dos años trabajando allí, donde pasé de ser pasante a ser un profesional contratado”.
“En ese momento, Norden Brokers estaba empezando con los riesgos agropecuarios y Roberto Murphy me contrató para que trabaje con ellos. Nos empezó a ir muy bien y después de cinco años la facturación de seguros agropecuarios empató al resto de los rubros. Me ofrecieron que me haga socio para seguir con ese negocio. En ese momento eran cuatro socios y yo pasé a ser el quinto, luego uno de ellos se fue a trabajar por su cuenta y hace dos años Murphy se jubiló. Hoy, compartimos la sociedad con Alejandro Aguirre y Juan Graham”.
Sus primero pasos en el mundo del Turf y el Polo
“El amor por los caballos viene por tradición familiar. Siempre estuve relacionado con el campo y con los caballos. Les gustaban a mi papá y a mi abuelo. El primero lo tuve cuando nací… desde que tengo uso de razón anduve a caballo. Tengo fotos de los tres años donde ya se me ve andando solo. Con el correr del tiempo, ese amor por los caballos se fue acrecentando. A los nueve años empecé a jugar al polo en Las Flores y comencé a entrenar a los caballos para después venderlos, bancarme toda la temporada y poder jugar. Luego, cuando me fui a estudiar a Buenos Aires, tuve la necesidad de reconectar con los caballos y empecé a ir al Hipódromo de Palermo. Iba a los remates de los potrillos y me empezó a interesar entender de genética y de genotipos”.
Gran pasión por los caballos
“A medida que comenzás a entender las reglas y los detalles técnicos del deporte, se vuelve cada vez más apasionante. Si vas a una carrera sin conocer mucho del tema te va a parecer entretenida, pero cuando entendés más y conocés a los jockeys, cuando sabés quién es el entrenador de determinado caballo, cuando conocés la genética y quién es el padrillo, entras en un mundo fascinante. En el Turf tenés el espectáculo en sí mismo que es la carrera y como condimento adicional tenés las apuestas. Hay mucha información detrás de una carrera de caballos y, cuando la conocés, deja de ser un juego de azar y pasa a ser una apuesta inteligente”.
“Tanto el Turf y el Polo son hobbies para divertirme y recrearme. Lo lindo de esto es el asado previo, es ir al haras a ver la crianza y el entrenamiento. Tengo una peña con mis amigos de Las Flores y otra con los de Buenos Aires, con ellos tenemos la tradición de juntarnos todas las semanas para ver las carreras y después ir a cenar”.
Sus caballos de carrera
“En 2004, con un grupo de amigos compramos Marlin Hard. Fue nuestro primer caballo y la verdad que nos fue muy bien con él. Como en todo hobby, existen hitos que te marcan. Lo trajimos para lo entrene un entrenador de Las Flores y le empezó a ir bien. Lo íbamos a hacer correr en una competición de 500 metros, pero se canceló y lo anotamos para que corriera 1.000 metros en el Hipódromo de San Isidro. Anduvo bien los primeros 500 metros y después se quedó atrás y aún así quedó tercero. El jockey me dijo que si se lo entrenaba un poco más iba a ganar y así fue. A los 20 días lo volvimos a llevar y ganó. No lo podíamos creer, estábamos enloquecidos. Actualmente tenemos 5 caballos, uno está en competencia, se llama Willander y ganó varias carreras, como el Clásico Gran Criterium (Grupo 1). Otro de los grandes ganadores es Expresso, que ganó el Clásico Chacabuco (Grupo 2)”.
Recuerdos de familia
“Hace unos años tuve la oportunidad de invitar a toda mi familia a presenciar una de las competiciones. Éramos muchos y fuimos todos en una combi a ver la carrera de Marlin Hard. Fue un lindo momento porque mi papá y mi abuelo estuvieron presentes. Un recuerdo para toda la vida”.
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