Cumplido el primer mes en aislamiento social obligatorio, el mercado de seguros parece estar en el foco de todos. En los medios se informa livianamente de descuentos cuasi obligatorios, de normativas inexistentes e interpretaciones erróneas de la ley.

Un mercado que venía castigado financieramente, está por pasar su “Tormenta perfecta”.

Pero… ¿cómo se desató? ¿cuáles fueron las condiciones propicias para ello?

Podemos argumentar que no fue por una única variable sino por una serie de hechos: apariciones en los medios de personas involucradas con el sector, mensajes por redes sociales y grupos de WhatsApp, columnas de economistas, testimonios de “opinólogos” y hasta notas de medios masivos.

El descuento “obligatorio” se transformó rápidamente en un disparador de noticias. Noticias que desde ya venden, que son ideales para re-twittear y que se viralizan rápidamente.

Pero existe algo atrás, algo que influyó para que se desencadene este escenario actual.

Algo que no pasa en otros mercados, como el de Bancos o Prepagas, por citar sólo algunos.

Esto desentraña la falta de poder de lobby, la falta de unión de las aseguradoras. 

Una vez más, el silencio y la falta de comunicación corporativa permitió que “otros”, con poco
(muy poco…), influyan fuertemente sobre la imagen de nuestro sector.

Un directivo de una aseguradora me comentó al respecto: “Pero esto es histórico, siempre fue así”…

Esperemos que, entre tantas cosas que dicen que esta pandemia cambiará, los representantes de las cámaras del sector entiendan -y entendamos- que sin unión, sin participación activa y sin un mensaje claro seguirán habiendo más “Tormentas Perfectas”. 

 

Por NICOLÁS SAURIT ROMÁN , Secretario de la Asociación Argentina de Productores Asesores de Seguros (AAPAS)