Así lo dijo el coach ontológico de la escuela de líderes Dar Comienzo, Daniel Elhelou, quien junto a la Asociación  Argentina de Productores Asesores de Seguros (AAPAS) organizó una charla virtual para los PAS en la que brindó una serie de recomendaciones sobre cómo abordar de manera positiva las problemáticas que trae el actual entorno de pandemia. Habló sobre la necesidad de ser dueños de nuestros estados de ánimo a fin de transformar una situación adversa y, entre otros puntos, recomendó dejar de ser víctima y tener una “mirada de posibilidad ante las cosas que nos pasan”.   

Como explicó Nicolás Saurit Román, secretario de la Asociación, la iniciativa es parte de una serie de charlas de neurociencia y otros temas que tocan desde un lugar menos duro a la industria del seguro y se realizó con la intención de acercar nuevas herramienta de interpretación y de acción a los Productores Asesores de Seguros para enfrentar el entorno reinante de crisis y confusión generado a raíz de la pandemia por el coronavirus. 

Principales reflexiones

En el marco del webinar gratuito sobre la relación entre liderazgo y estados de ánimo que organizaron conjuntamente, a través de la aplicación de videoconferencia Zoom, entre AAPAS y Dar Comienzo, Elhelou recomendó a los presentes que “ante una situación con la que uno no se siente cómodo o que le desagrada, puede ser protagonista de un cambio”. Para ello, señaló que no se debe colocar esa situación en el círculo de preocupación de la persona, sino en el de influencia, donde están aquellas cosas en las que va a enfocar su tiempo. Otra opción es “quejarse desde la interpretación que se hace de ese tema y ser víctima de las circunstancias”, aseguró.

Para el master en dirección de empresas, “no es lo mismo hablar con un cliente desde un estado de ánimo positivo que desde uno negativo”. Muchas veces, explicó, los PAS tienen que ser psicólogos de sus clientes y es muy diferente encarar este vínculo desde un estado de ánimo positivo que desde uno de resignación o resentimiento.

Dijo que es muy importante ver qué se hace frente a un tema particular. Advirtió que “hay que tener cuidado con las historias que uno se cuenta interiormente” y recomendó dos pasos a seguir ante este tipo de circunstancias: 

En primer lugar, una buena herramienta puede ser expresar el descontento en un ámbito adecuado ante personas que están o pueden estar preocupadas por el mismo tema. “Esto es interpretar el problema”, dijo. 

Y, luego, plantearse qué se puede hacer al respecto de esa situación e involucrarse en la búsqueda de una solución. “El involucramiento es incómodo, pero a las situaciones que sentimos que nos juegan en contra, hay que sacarlas de nuestro círculo de preocupación y trasladarlas al de influencia para pasar a preguntarme: ¿qué puedo hacer para que esto cambie?”, dijo Elhelou sobre este punto. 

En este sentido, el especialista advirtió que la queja es un estado de ánimo negativo que nos aleja de la solución y que es muy importante no regalarle al sistema el buen humor o el estado de ánimo positivo. “Si no me guardo para mí la posibilidad de encarar un tema con ánimo positivo, aunque sea una situación seria la que estoy enfrentando y pueda estar enojado ante ella, me vuelvo un esclavo absoluto del sistema”, añadió, aconsejando enfrentar los temas que nos afectan, a pesar de poder estar enojados, “sin trivialidad, pero con serenidad y con responsabilidad”.   

Ante todos los presentes, el expositor usó el ejemplo de la imagen de un león como elemento para representar el temor a aquello que nos preocupa, lo amenazante, y dijo que es positivo expresar el miedo y detectar aquello que nos genera temor para que no se vuelva cada vez mayor. “Eso puede ser el riesgo a perder un trabajo y ponerlo en evidencia nos puede ayudar a dimensionar realmente la magnitud de un hecho y a buscar los recursos que tengo para enfrentarlo”, recomendó. 

Es así como resaltó la importancia de que otras voces puedan aportarnos otras miradas de lo que se plantea como un problema, viendo otras facetas del mismo. “Los estados de ánimo pueden ser resentimiento o aceptación y es importante ser líderes de nuestro estado de ánimo, no entregarle eso a nadie”, aconsejó. 

Señaló que, cada vez que uno se acuerda de una situación que lo enoja, tiende a caer en un estado de resentimiento y corre el riesgo de que ese sentimiento invada todos los demás aspectos de su vida. Para ello, recomendó “soltar el hecho y empezar a construir”.

Esto, dijo Elhelou, se logra a través de la aceptación y no de la resignación. “Las historias que me cuento condicionan las acciones que hago”, afirmó, agregando que “lo mejor es tener una mirada de posibilidad ante las cosas que nos pasan”. 

Para muchos PAS, salir de la llamada “zona de confort” no es nada sencillo, sobre todo en un contexto de transformación digital que obliga a la re-evolución permanente. A veces, estamos esperando alguien que nos empuje a tomar decisiones para poder saltar del trampolín y dejar de plantearnos la historia de “no me animo, yo no puedo”. Esto, explicó, requiere de un camino de aprendizaje, que debe estar alineado con el propósito de la persona. Y es que, según el especialista, “lo que nos pasa nos puede cambiar la vida porque los estados de ánimo se configuran por sucesión repetitiva de emociones o por un hecho traumático o importante”.

Según Elhelou, hay sentimientos que pueden resultar positivos, como el miedo cuando me previene de no hacer algo que me puede poner en riesgo, y otros, como el enojo que se repite una y otra vez, que no lo son. “Las emociones se configuran a través de lo que voy sintiendo y marcan el lugar desde donde observo el mundo y lo interpreto para actuar en consecuencia”, afirmó.

Por eso, subrayó la importancia de la confianza y la esperanza. Esto, nos lleva a plantearnos ¿para qué hago lo que hago? y eso permite agregar valor a mi actividad. “Para ello, se debe tener coraje e ir para adelante con disciplina y constancia y cultivar el interés, para lo cual es elemental la combinación de las capacidades que se tienen y el desafío que tengo por delante”, concluyó el coach ontológico.