- Las economías emergentes volverán a contribuir de manera relevante a la actividad, con un crecimiento promedio superior al 4,5%
- La insuficiencia de ahorro privado en América Latina supone un factor estructural clave del modesto crecimiento en la región
El Servicio de Estudios de MAPFRE prevé que continúe la moderación del crecimiento mundial hasta situarse en una tasa promedio del 3,1% este año. No obstante, gracias a las políticas proactivas en materia monetaria y fiscal implementadas de forma más o menos generalizada a nivel global, la economía retomará la senda alcista hasta situarse cerca del potencial global del 3,4% en 2021.
Las economías emergentes seguirán contribuyendo de manera más relevante a la actividad global que las desarrolladas, creciendo de manera estable en promedio cerca o por encima del 4,5% durante los próximos años, gracias a unas condiciones financieras más benignas, una mejora en los términos de intercambio para los países productores de materias primas agrícolas, la recuperación de algunas economías en recesión (Turquía) y la salida de la atonía de economías relevantes que desaceleraron considerablemente durante 2019. Entre estas últimas, se encuentra, por ejemplo, Brasil, donde se observa una mejora de las expectativas económicas, con un crecimiento del PIB previsto para 2020 del 2%, frente al 1,1% estimado para 2019, gracias a un comportamiento más favorable del consumo y la inversión privada. Con la reforma de pensiones ya aprobada, se estima un ahorro de 700.000 millones de reales a lo largo de 10 años. Y también es el caso de México, donde se espera que la economía retome el crecimiento hasta niveles en torno al 0,9% en 2020. No obstante, los economistas del Servicio de Estudios de MAPFRE apuntan como mayor riesgo para la economía de México que no se avance en las reformas y medidas económicas e institucionales necesarias para que el país logre esa reactivación significativa de la economía.
Por su parte, en Estados Unidos prevén un crecimiento del 1,6% en el presente ejercicio. A la vista de los pronósticos en materia de tipos de interés tanto de los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) de la Reserva Federal como de los analistas del mercado, se espera un aterrizaje suave de la economía y acompasado por unos tipos de interés que permanecerían prácticamente sin cambios al menos hasta 2021, momento en el que podría estimarse apropiado retomar nuevamente la senda alcista de 2018. Para el conjunto de la eurozona, una vez que se da por descontada la salida de Reino Unido de la Unión Europea, los riesgos para el crecimiento se centran en la ausencia de reformas que impulsen el nivel de actividad económica, así como las tensiones presupuestarias y de solvencia de los países miembros, principalmente de Italia. Los expertos de MAPFRE estiman un crecimiento del 1% para este año.
El ahorro y América Latina
En este nuevo informe, el Servicio de Estudios analiza el problema del ahorro y su impacto en la economía de América Latina. A lo largo de la última década, se han revisado a la baja de forma sistemática las perspectivas para el crecimiento en la región, de manera consistente con lo que los economistas de MAPFRE consideran que está ocurriendo con la reducción de su potencial de crecimiento económico. Las proyecciones de crecimiento de PIB han mostrado una senda de recuperación que ha pasado de converger al 4% tendencial estimado hace una década, hasta el actual que el Servicio de Estudios sitúa en el entorno del 2% interanual. Y la insuficiencia del ahorro, según apuntan, es uno de los problemas clave en esta situación, ya que en Latinoamérica es bajo desde todas las métricas.
La falta de inversión, el deterioro de la productividad y las restricciones derivadas de la actual estructura demográfica tiene como nexo común, precisamente, la insuficiencia del ahorro; en concreto, del ahorro privado nacional.
Impacto en el sector seguros
La dinámica de la economía global sigue afectando su desarrollo y, en particular, el de los segmentos de No Vida y Vida Riesgo, que se están ralentizando. La aplicación generalizada de políticas monetarias acomodaticias está ayudando a frenar esta tendencia y podría contribuir a revertir la situación, pero ha dejado anclados los tipos de interés en niveles bajos. Esta situación, junto con la desaceleración del crecimiento económico, limita el desarrollo de los negocios de vida ahorro y rentas vitalicias tradicionales. Sin embargo, el buen comportamiento de los mercados de valores constituye un estímulo para los productos de seguros de Vida en los que el tomador asume riesgo de inversión.
Para las economías emergentes, en general, las perspectivas empiezan a ser más favorables. En Brasil y México, la situación económica mejora, lo que se está trasladando a sus respectivos mercados aseguradores.
Podés consultar la versión completa del informe del Panorama aquí.