Algunos datos para comenzar el debate… ¿Cuántos accidentes fatales por año hay en Argentina? ¿Cuántos discapacitados permanentes y familias destruidas? La respuesta es dura: no lo sabemos ciencia cierta. Lo podemos deducir, calcular, pero no afirmar con certeza. Según el ministerio de Salud, en informe publicado en diciembre de 2014, los muertos por accidentes de tráfico de vehículo motos totalizaron 5289, pero sin embargo la Dirección Nacional de Observatorio Vial, del Ministerio de Interior y Trasporte, en su Informe de 2010 afirma que “De hecho, no existe un registro estadístico único y la información proveniente de distintas fuentes muestra deficiencias tales como discrepancias en las cifras, definiciones diferentes o escasa evaluación.”

La ONG Luchemos por la Vida habla de 7472 muertos por accidentes de tránsito en 2015. Según la Organización Mundial de la Salud, en su “Informe sobre la situación mundial del a seguridad vial 2013” las lesiones causadas por accidentes de tránsito son la octava causa mundial de muerte y la primera entre jóvenes de 15 a 29 años!!

Si los datos no son confiables, las soluciones parecen menos urgentes y se postergan. Siempre hay otras prioridades. Sin embargo, por estadísticas mundiales sabemos que el 50% de las muertes por accidentes de tránsito son peatones, ciclistas y motociclistas. Como siempre, la cuerda se corta por lo más débil… es imperioso buscar soluciones.

La prevención de accidentes viales tiene demasiadas aristas que nos irritan… límites de velocidad, control policial, verificaciones técnicas, radares, “tecnologías invasivas”- no queremos que nos controlen, no queremos que nos miren… y sin embargo la pregunta fundamental sigue flotando: ¿no queremos que nos cuiden?

Tomar acciones salva vidas

En los últimos años, Europa y los Estados Unidos han hecho importantísimos progresos en la disminución de muertes por accidentes viales.. (El promedio en la Unión Europea en 2015 fue de 5 por cada 100.000 habitantes. En el Reino Unido 3 por cada 100.000. ) Si llegáramos a los número promedio de Europa en Argentina, estaríamos en menos de 2200 accidentes por año, es decir entre 3 y 4 veces menos que lo actual, que se calcula entre 5000 y 7500). En Argentina no tenemos datos oficiales.

Estimamos casi un muerto por hora. Se calcula que por cada muerto hay al menos 5 heridos graves con consecuencias permanentes. ¿Son necesarios más datos para tomar dimensión del problema? ¿Cuáles son los métodos más contundentes para bajar la siniestralidad?

  • Educación y concientización

 

  • Mejoras en la red de caminos

 

  • Mayor cantidad de señales y advertencias

 

  • Límites de velocidad más bajos y variables por condiciones climáticas y de tráfico.

 

  • Tolerancia cero para alcohol y drogas prohibidas

 

  • Control policial móvil

 

  • Control electrónico

 

  • Sistemas de prevención de accidentes en el vehículo.

 

En necesario un Estado presente, activo y comprometido

Está probado que la alerta automática por velocidad en el auto y los detectores de distancia de frenado disminuyen notablemente los accidentes. La mayor causa de accidentes es la velocidad, complementada por la falta de distancia entre vehículos y maniobras violentas e imprevistas. Conocidos por ADAS, Advanced Driver Assistance Systems, son los sistemas que hacen al vehículo más inteligentes y seguros, alertando y previniendo peligros, protegiendo así al conductor ya quienes lo rodean. Un GPS en un vehículo, puede enseñarnos a guardar distancia, a frenar menos agresivamente y a acelerar con precaución. Nos permite generar un diálogo concientizador con el conductor.

Muchas veces se dice que el Estado debe ser paternalista. Es decir, debe ser un padre no un amigo. El Estado no debe decirle al ciudadano lo que éste quiere escuchar, debe guiarlo, educarlo y sugerirle mejoras para sí y para la Comunidad. El populismo hace del Estado un amigo que te dice lo que querés oír pero que no te ayuda a crecer. Un padre guía, aconseja y cuida.

Así como el cinturón de seguridad y el airbag obligatorio salvan vidas y disminuyen las secuelas ante un accidente, los métodos telemáticos pueden ayudar a disminuir los accidentes. Van un paso más adelante. Si damos a elegir es muy posible que la gente prefiera levantavidrios eléctricos antes que airbag. El estado tiene el poder y la obligación de velar por el bien común. La seguridad y la prevención no pueden ser un opcional.

Estamos todos de acuerdo y sin embargo…

Todo se trata de prevención, de animarnos a hablar de prevención, de exigirla, de alentarla. Contratar seguros, comprar matafuegos, aplicar métodos de prevención electrónica, limitar y controla las velocidad pueden ser medidas incomodas, onerosas e impopulares, pero son imperiosas para bajar las muertes, los discapacitados y las pérdidas materiales que sufrimos a diario.