21-01-202511 Minutos

¿Cómo domar la ansiedad?

Tips para un detox de comienzo de año


Se acerca el comienzo de año y con los nuevos aires y una caja de herramientas útil para organizar tu tiempo y energía, Enero puede convertirse en un momento bisagra para hacer balances profesionales y personales y planificar un nuevo comienzo con tranquilidad y perspectiva. Te contamos cómo hacer para bajar un cambio y recuperar el bienestar emocional. Claves para un re-start con todo…

El fin de año un punto de estrés más

Lo que hace tiempo ya se identifica como una época de “festive anxiety” o “holiday anxiety”, es decir, la ansiedad o el estrés generado por el fin de año, es reconocido por los psicólogos como uno de los momentos más difíciles para atravesar del año para muchas personas. Los motivos pueden tener que ver con el cansancio acumulado (que baja nuestras defensas y disminuye la capacidad de resiliencia), la ansiedad social o angustia que pueden producir las reuniones y los festejos, o inclusive que sea un mes de balances que nos haga compararnos con otros y sentirnos mal.

A su vez esto puede llevar a las personas a beber de más o por encima de sus límites habituales. En una época plagada de encuentros y brindis, con mucho alcohol disponible, se puede hacer difícil controlar la ingesta e incluso recaer en el llamado stress-drinking. Por eso una tendencia que se consolidó hace tiempo y que propone un re-start no solo mental sino también de tu cuerpo es el Dry January: la propuesta de no ingerir alcohol durante todo el mes de Enero.

Desconectarse, un lujo necesario

Se habla mucho de que el nuevo lujo hoy es poder desconectarse, y es justamente esto lo que más cuesta llegando Enero y los meses de vacaciones. Ya sea por la necesidad de cerrar todo antes de las vacaciones o el aumento de la actividad social y profesional en estos meses, es normal sentir que esta época siempre viene un poco más cargada de lo que querríamos. Resulta clave planificar con antelación, tanto las vacaciones,  como hasta qué momento del mes vas a trabajar y qué necesitás tener listo todo antes de irte y así  poder disfrutar tus vacaciones tranquilo/a.

Tengamos en cuenta además que las redes sociales, como vidriera -ficticia- de lo aspiraciones y la perfección puede aparecer como un contrapunto que produzca más ansiedad, o también generando FOMO (miedo a perderse de algo) en vacaciones.  La idea de hacer coincidir el descanso de verano  con una muy merecida pausa o detox de las redes sociales resulta más que buena, y cada vez son más lo que lo adoptan, independientemente del largo de las vacaciones.

Según el CDC los trastornos de ansiedad son el problema de salud mental más común en países del mundo desarrollado como EEUU, con más de 40 millones de personas adultas padeciéndola. Por su parte la OMS estima que aproximadamente el 4% de la población padece ansiedad. Y como si fuera poco este año ha hecho estragos en la salud de los argentinos con cifras que un informe del Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA) de la Universidad Católica Argentina (UCA) reveló que uno de cada cuatro argentinos tiene sintomatología ansiosa y depresiva. La cifra más alta en dos décadas, las más afectadas son las mujeres. Por último la Organización Panamericana de la Salud que releva datos en este hemisferio declaró que cerca del 20% sufre ansiedad digital, esto es, generada por los dispositivos. Y va en aumento.

Quizás arrancar por medidas menos radicales que un detox, como darnos pausas de la pantalla, poder tener un respiro -y respirar- y dosificar tanto la cantidad como calidad de la información que consumimos, se vuelve crucial en Diciembre. En este sentido se suele decir que la nutrición es importante: tanto que nos llevamos a la boca, sino también qué vemos y escuchamos, o sea, qué le damos a nuestro cerebro.

Entender el lenguaje del cuerpo

La aceleración de la vida, sumado a la ubicuidad de la tecnología y el creciente uso de redes sociales -con su creciente toxicidad-, generaron un caldo de cultivo para nada favorecedor. Así lo contextualiza la antropóloga Agustina Kupsch consultora  e investigadora de la UNSAM, quien resalta que “la desconexión y el ocio son hoy los “nuevos lujos” los días siguen teniendo 24 horas y por mucha tecnología que tengamos nuestros cuerpo y cerebros son limitados, y necesitan descanso, especialmente en períodos de sostenido estrés o ansiedad”

Por eso también es relevante entender que la ansiedad es una reacción emocional ante una amenaza donde se activa nuestro “estado de alerta”, y que si bien es un mecanismo muy antiguo del ser humano parte de nuestra naturaleza y de la vida que, de la mano del estrés, nos ayuda a protegernos y a preservarnos del peligro, cuando esto sucede de forma constante se vuelve debilitante. Que es exactamente lo que sucedió este tiempo. El problema empieza cuando empezamos a crear mentalmente este “estado de alerta” en el cuerpo frente a situaciones que aún no ocurrieron, que incluso es improbable que sucedan, o como ahora, cuando enfrentamos tiempos de incertidumbre.

Sabiendo todo esto, a continuación te dejamos algunos tips para bajar algunos cambios este verano y recuperar el bienestar emocional:

1. Desconexión digital? Tener momentos libres de tecnología de forma sostenida en el tiempo en tu rutina.

2. Tener rutinas placenteras y rituales de autocuidado. Así como agendas las obligaciones también agenda los espacios de esparcimiento y las rutinas de autocuidado.

3. Controlar y ejercitar la respiración. Aprender ejercicios de atención plena y respiración profunda simples puede cambiarte el día.

4. Realizar actividad física. La actividad puede contribuir significativamente a reducir la ansiedad.

5. Comer sano. Sostener una dieta equilibrada y nutritiva evitando el exceso de azúcares, harinas y ultraprocesados, cafeína o alcohol (antiinflamatoria), puede contribuir con los niveles de energía, concentración y ayudar con el descanso.

BONUS TRACK


¿Cómo cortar con tu celular?

Catherine Price autora de How to Break Up With Your Phone (2018), armó una guía de un mes para romper con los hábitos nocivos y tener una relación más sana con la tecnología. Una de las primeras cosas que Price, una periodista especializada en ciencia, explica es que no se trata de tirar a la basura el teléfono sino desarrollar estrategias para recuperar el control sobre tu tiempo y atención. Aprender a usarlo “con intención”. Por eso propone ponerle una gomita o algún elemento físico para registrar cada vez que lo estamos agarrando.

Si bien existen enfoques más drásticos como comprar celulares que permitan instalar menos aplicaciones, pasar las pantallas a escala de grises (es sabido que los colores juegan un rol crucial en la adicción a las pantallas), borrar todo el social media de los dispositivos móviles e inclusive tomarse “sabáticos digitales”, el enfoque es Price es más simple aunque quizás requiere de mayor introspección: preguntarnos por qué agarramos los celulares en primera instancia y qué otras cosas podríamos estar haciendo.

Su libro se consigue en Amazon y BookDepository.
Más info en catherineprice.com


LIBROS

Libros para leer este verano e inspirarse a vivir más despacio y simple

Minimalism de Joshua Fields Millburn y Ryan Nicodemus.
En este doc los autores promueven un estilo de vida más minimalista y menos consumismo.
Lo ves en Netflix y minimalismfilm.com
Más info en www.theminimalists.com

Digital Minimalism: Choosing a Focused Life in a Noisy World de Cal Newport.
Otra lectura muy citada al hablar de uso de tecnología con un propósito, decluttering y cambio de hábitos en torno a nuestros dispositivos. Dividido en capítulos que abarcan distintas cosas (tu compu, tus archivos, tu teléfono, tu navegación) y con hacks concretos.
Más info en www.calnewport.com

Elogio de la lentitud de Carl Honoré.
A 20 años de su publicación este best seller sigue siendo icónico para muchos y tiene varios conceptos que perduran en el tiempo, como sus consejos para “vivir la vida más lento”, que incluyen cosas como: proponerse conversar con alguien sin ningún objetivo cada día, incorporar descansos en el día, dar paseos diarios, resolver un rompecabezas o incorporar un ritual lento.