Actualmente, el daño climático trajo una “supercelda” (actividad eléctrica fuerte, vientos ciclónicos y granizo de todos los tamaños). Días atrás, 30 minutos de “supercelda” provocó roturas y voladuras de techos, caída de 150 árboles en la ciudad sobre autos, casas, etc. Además, cortes de energía eléctrica en el 70% de la ciudad, hechos que provocaron el daño de automóviles, inmuebles, entre otras cosas, tanto en el casco urbano como en la periferia, donde existen los horticultores y floricultores. Allí se destruyó todo el trabajo de los productores.
Desde el nuestro rol de PAS, queremos alertar sobre este cambio climático que nos anticipa tormentas periódicas de mayor magnitud. Debemos reunirnos con la Superintendencia de Seguros de la Nación y considerar cambios dentro de las coberturas de seguros, la cláusula de ciclón, vendaval y tornado, que debe estar incluía en la básica y no como cláusula opcional.
Sin dudas, los nuevos riesgos a proteger, nos obligan a sentarnos y trabajar al respecto.
