Accidentes de tránsito:
Guiá a tu asegurado más allá del reclamo administrativo

Por el
Dr. Claudio Geller,
Abogado especialista en accidentes de tránsito
Luego de un accidente de tránsito, el PAS activa su razón de ser por excelencia: informarle a su cliente todas las opciones de reclamo que están a su alcance para obtener el resarcimiento económico que le corresponde. Las opciones son varias (no siempre excluyentes) y para el PAS la responsabilidad corre por conocer en profundidad el reclamo administrativo vía compañías de seguros.
Sin embargo, un servicio de excelencia se brinda cuando se asume que, independientemente de los medios, el fin último del cliente es restituir su patrimonio y bienestar. Darle aviso de todas las vías de reclamo con las que cuenta, incluyendo las legales, es más que bienvenido, aún cuando no sea estrictamente nuestro ámbito de acción. Al asesorarlo, le ayudamos a disminuir su estrés frente al imprevisto que causa un accidente, se sentirá contenido y acompañado, y sumará una “experiencia positiva dentro de lo negativo”. Un cliente contenido frente a la inestabilidad de un siniestro es un asegurado más que empodera su confianza en el sistema. El ciclo cierra perfecto.
“Frente a un accidente en realidad no siempre es necesario llegar a un litigio, pero sí hay que evaluar las características del hecho y el tipo de perjuicio que han ocasionado para poder definir la vía de reclamo más pertinente”, explica Claudio Geller, abogado especialista en accidentes de tránsito.
Si el daño es leve y no hay lesiones físicas, resolverlo con las compañías aseguradoras es suficiente. Se presenta la documentación, se inicia el reclamo administrativo y en pocas semanas, a veces apenas días, el daño está resuelto. Es probable que el cliente atraviese un momento de estrés por lo imprevisto del accidente, pero al brindarle acompañamiento y respuesta rápida, su rutina se restituye muy rápidamente (y la experiencia positiva con el sistema asegurador, también).

“Si los daños no tienen mucha envergadura, si el accidente ha sido claro, si no ha habido lesiones o ha sido simplemente un latigazo cervical lo que se hace es promover un reclamo administrativo, que en realidad es una gestión con la compañía de seguros del responsable para ver que meriten todo este perjuicio que hemos tenido y nos hagan alguna propuesta económica. A mí me parece que ese puede ser un buen primer paso.”, explica Geller.
Pero sabemos que en muchas otras ocasiones los accidentes son complejos. Los daños pueden ser mayores, con varios involucrados, consecuencias en la salud que implican tratamientos a largo plazo y costos altos para la reparación de todo lo que se haya dañado.
“Tuve un accidente de tránsito, tengo que hacer un juicio ya bastante con que me chocaron. Digamos que esta pregunta nosotros la escuchamos habitualmente y es normal, es cierto. Uno tuvo un problema, un accidente de tránsito, ya bastante eso te trastorna como para tener que pensar y encima me tengo que meter en un juicio”, reconoce Geller.
En este sentido, el abogado especialista en siniestros explica que es importante analizar qué tipo de accidente fue, cuáles han sido realmente los daños materiales, si involucra lesiones o no. Y, dependiendo de esto, considerar la solicitud de una mediación.
“Primero que nada, habría que pensar de acuerdo al accidente de tránsito que tuve, cuáles son mis oportunidades para poder obtener el resarcimiento de los daños”, argumenta Geller. En el caso en que se opte por el camino del litigio, el primer paso es dar lugar a una mediación, un instancia previa a un juicio donde se cita a la compañía de seguros de la otra parte y se exponen los daños y perjuicios que se tuvieron.
Además, la complejidad puede estar atravesada por otras cuestiones. “Muchas veces se incorporan otras situaciones en la mediación, como no disponer del vehículo en un tiempo: ¿quién se va a ocupar de poder meritar económicamente esa indisponibilidad del vehículo? El vehículo estaba aplicado a una cuestión comercial. Eso es un lucro cesante. A ver, si yo no lo utilizo, no puedo generar un ingreso para mí o para la empresa. Por lo tanto, también puede ser un rubro alternativo.” enumera Geller.
Otra cuestión a tener en cuenta es la pérdida de valor del vehículo en función del accidente. En el momento de querer venderlo, si el daño fue grande, aún reparado, el precio de mercado disminuye. “Un vehículo que fue chocado siempre lo va a reconocer un perito. Es verdad. Y le van a bajar el valor de venta.”
Otra variable que muchas veces desconocen los asegurados es la compatibilidad de reclamos en una mediación y la ART, en simultáneo. “Podría darse el caso, una persona que trabaja en relación de dependencia y tiene una ART”, explica Geller. Y agrega “no, no son situaciones incompatibles.”«
Acerca de Claudio Geller:
Abogado con más de 30 años de experiencia en tránsito, accidentes y seguros. A lo largo de su trayectoria desarrolló un enfoque centrado en soluciones y en reducir el estrés que generan los siniestros, acompañando tanto a particulares como a empresas. Ha brindado asesoramiento y contención a más de 36.000 personas a través de un servicio que prioriza a la persona y sus derechos.«