¿Cómo fueron tus inicios en el básquet?
Soy de Villa Allende, una ciudad que está muy cerca de Córdoba Capital. De chico, jugaba al fútbol y la mayoría de mis amigos jugaban al básquet, entonces me insistían para que vaya a jugar. Les hice caso y jugué un año en el Sport Club de Villa Allende. Fuimos a jugar un partido contra Atenas y me fue muy bien, por lo que al verano siguiente me llamaron para hacer una prueba. Me probé junto a muchos jugadores y ahí arrancó mi carrera. Hice diez años en las divisiones inferiores en Atenas, hasta los 20 años. De ahí lo que más agradezco es que me inculcaron cómo ser profesional.
Luego me fui a Corrientes, estuve jugando en Formosa, Chaco, Junín, Mar del Plata, Rio Gallegos, entre otros lugares. Anduve como en veinte provincias diferentes. Estuve jugando en un equipo de Italia, en la ciudad Monópolis, también jugué en Bolivia y en Francia, en la Costa Azul. Acá en Argentina jugué la Liga Nacional y el TNA, que son las máximas categorías. La verdad que el básquet me dio todo. Hacer lo que te gusta y que te paguen por eso, no tiene precio. Me retiré a los 36 y ahora tengo 40.
¿Qué fue lo mejor que te dejó el deporte?
Además de los buenos momentos, el básquet me dejó muchos contactos. Tengo asegurados en todo el país a raíz de la gente que conocí por el básquet. Se me fue gran parte de mi vida con este deporte, pero pienso que todos podemos ser buenos para otras cosas que no sabemos. A mí también me hubiera gustado tener una vida universitaria, pero me jugué por lo que quería y que era este deporte. Me fui a los 18 años, dejé todo. Imaginate que mi primera ciudad fue Corrientes y era todo nuevo para mí. Al otro año me iba a Junín y también era todo nuevo. El básquet me dio todo y me enseñó a competir, no contra los otros, sino conmigo mismo. A ser mejor persona cada día, a ser mejor en lo que uno hace, a superarse. Trato de aplicar esto a mi nueva profesión.
¿Cómo fue que decidiste entrar al mercado asegurador?
En mi familia tenemos una Productora Asesora de Seguros de toda la vida, y después de que me retiré me dijo que necesitaba alguien que la ayudara. Me preguntó si me interesaba y así fue como hice el curso y obtuve la matrícula. Volver a estudiar después de 20 años fue raro, pero le puse muchas ganas y entusiasmo y hace casi 3 años que trabajo como PAS. Estoy súper feliz y amo mi nueva profesión. Actualmente vivo en Córdoba Capital pero tengo asegurados en todo el país.
Sos joven y un PAS novel, ¿cómo ves el impacto de la tecnología en la intermediación de seguros?
La tecnología me ayudó mucho, me sirve en todo. Uso mucho las redes sociales, en particular LinkedIn. La verdad es que se consiguen muchos asegurados a través de estos canales. Creo que cotizar un seguro online y tener la póliza en tres minutos es un golazo. Pienso que hay que aprovecharla y que aquel que no se adecúe a lo nuevo va a estar en desventaja, sobre todo en relación a los nuevos PAS que ya incorporan la tecnología. Igualmente creo que al cliente si bien le gusta comprar digital, sigue queriendo tener un asesoramiento personalizado, sobre todo en el momento de un siniestro.
Una anécdota interesante, es que luego de la fiesta de fin de año que hizo una aseguradora en Córdoba, una persona comentó en las redes sociales de la compañía que la atención era muy mala. A mí como me gusta curiosear, le mandé un mensaje preguntándole qué problema había tenido y me dijo que la grúa había tardado más de 5 horas en llegar. Le expliqué que los servicios de asistencia son tercerizados, que no dependen directamente de la compañía. No sólo me agradeció por la atención sino que, confiando en mi asesoramiento e interés por él, me pasó su moto, su auto y otros seguros de la familia, todos de la cuidad de La Plata. Esto es un sólo ejemplo que marca que nada va a reemplazar el asesoramiento y trato personal.
¿Cuál es el ramo que más te gusta comercializar?
A mi gusta mucho el seguro de vida. Creo que es lo que se viene y acá en Argentina hay un gran mercado por cubrir. Los incentivos fiscales están buenísimos y es un argumento adicional, pero la gente no contrata un seguro de vida por eso, lo contratan porque necesitan brindar protección a su familia y porque les puede pasar algo a ellos mismos. Los seguros de ahorro y capitalización también me encantan, para que los chicos jóvenes los puedan utilizar para viajar, para sus hobbies, para lo que sea. El seguro de vida es muy bueno pero hay que difundirlo, por eso yo les hago saber a mis clientes que hay un producto para cubrir sus necesidades y nunca les ofrecería algo que yo no contrataría.
¿Qué valores que te dio el básquet aplicas a tu nueva profesión?
Los valores que me dio el básquet los aplico todos los días en mi profesión. Cuando empecé como Productor me decían que haciendo 8 ó 10 pólizas por mes iba a estar bien, pero yo trato de hacer 20 ó 30. Con esfuerzo y dedicación se puede. Me pongo como objetivo hacer una póliza por día y la hago, porque considero que todo lo que está afuera necesita un seguro. Hay un gran mercado y el que no sabe aprovecharlo va a estar en desventaja. La gente va a la oficina a charlar o a tomar un café pero no a comprar la póliza, por eso sigo convencido que los negocios están en la calle. Y allí estoy lo más que puedo…