18-11-20258 Minutos

Lecciones de Ezeiza:

¿Qué revela el siniestro sobre nuestra conciencia aseguradora?

El pasado viernes 14 de noviembre, una explosión de enorme dimensión se produjo en un parque industrial de Ezeiza, a pocos kilómetros del aeropuerto. El siniestro, de mayor magnitud que se tenga registro, puso en la agenda social todos los temas que AAPAS trabaja insistentemente en posicionar: coberturas amplias más allá de lo obligatorio, sumas aseguradas adecuadas, aseguradoras confiables y, como eje transversal, la mediación de una o un PAS que asesore, acompañe y responda con compromiso.En esta nota, el análisis desde la perspectiva del seguro.


La noche del viernes copó los medios de comunicación con una imagen impactante, casi cinematográfica. En el Polígono Industrial Spegazzini, un complejo abierto de empresas ubicado a metros de la Autopista Ezeiza-Cañuelas, una explosión iniciada en una de las industrias generó un incendio que rápidamente se propagó a las fábricas aledañas, provocándoles un daño casi total.

La magnitud del siniestro, sin precedentes, desencadenó una onda expansiva que, aún sin una cuantificación formal, se sabe será de cifras multimillonarias.

Una vez constatado que afortunadamente no hubo víctimas fatales, los reflectores apuntan a la pregunta por el futuro, por la reconstrucción y la resiliencia, por los daños materiales y el tiempo que llevará volver a la normalidad.

Y allí entra en juego lo que en AAPAS es sentido común compartido: cultura aseguradora.

Ver: ¿Quién paga los daños por el incendio en Ezeiza? La responsabilidad civil será determinante, anticipó una experta en seguros – AAPAS en INFOBAE

Prevenir es proteger: el núcleo de la cultura aseguradora según AAPAS

Desde el punto de vista de la o las empresas que originaron la siniestralidad, es clave que cuenten con una matriz de cobertura amplia e integral, que incluya su Responsabilidad Civil por los daños a terceros, sumas aseguradas adecuadas, proporcionales al daño y aseguradoras sólidas y confiables que respondan con indemnizaciones en tiempo y forma.

“Este es uno de los puntos en los que los productores asesores de seguros (PAS) hacemos especial hincapié y que a veces a los clientes les cuesta reconocer. Las coberturas básicas, que responden a los seguros obligatorios, no alcanzan para afrontar un siniestro que pueda comprometer el patrimonio propio o afectar a terceros. Cuesta dimensionar los daños que podemos ocasionar en el día a día. La falta de una fuerte conciencia aseguradora, que sí existe en otros países, hace que las personas contraten exclusivamente seguros obligatorios, quedando muy por debajo de una verdadera protección, no sólo en siniestros de semejante envergadura, sino en casos muchísimo más leves donde, aún así, la vulnerabilidad los deja en un camino de cornisa innecesario”, explica Ana Belén Leyva, prosecretaria de AAPAS.

“Como PAS, hablamos con nuestros clientes para ponderar la importancia de una cobertura integral. Desde AAPAS lo hacemos como tarea colectiva. Para nosotros es sentido común, pero es difícil penetrar en costumbres arraigadas. Un hecho de estas características abre una ventana de oportunidad para empresarios, comerciantes y responsables de familias: ¿con qué mecanismos de resiliencia cuento? ¿Tengo pólizas actualizadas en función de la inflación o la ampliación de mi empresa o mi casa? ¿Cuento con el respaldo de una aseguradora confiable? Estas son preguntas que estamos esperando recibir. Significaría que se está despertando consciencia” amplía.

Ver: «ONDA EXPANSIVA», lo que la EXPLOSIÓN DEJÓ en EZEIZA – AAPAS en TELEFÉ NOTICIAS

El día después del siniestro: desmenuzando las variables involucradas

El primer paso que todos los afectados tienen que accionar, es comunicar el siniestro. Lo ideal sería contar con un productor asesor de seguros (PAS), que tendrá el conocimiento técnico y la familiaridad con las pólizas para saber cómo actuar.

Necesitará manifestar cuáles han sido los daños propios (por ejemplo: vidrios explotados, problemas en techos, daños estructurales, daños en comercios, daños auditivos o heridas). Y aquí se abren dos opciones: si contaban con seguro propio o no.

“Si tienen seguro propio, de hogar o de incendio, hay daños que pueden estar amparados en la propia póliza. Luego de un proceso, cada seguro pagará lo que cubra su póliza y luego la aseguradora se guardará el derecho de reclamarle a la empresa originante del daño -o a su seguro-”, explica Ana Belén, aclarando que el proceso de determinación de las indemnizaciones va a llevar un tiempo por lo complejo del caso.

Ya en el caso en que no se cuente con un seguro propio o que los daños generados no queden cubiertos por la propia póliza, las personas damnificadas pueden igualmente reclamar a la empresa originante, donde se activará el seguro por Responsabilidad Civil.

Ver: Ezeiza, ¿Quién paga los daños tras la explosión? – AAPAS en TN

¿Qué pólizas intervienen en un siniestro complejo?

De acuerdo a los actores involucrados, intervienen distintas coberturas:

  • Para la fábrica: corresponde el seguro todo riesgo operativo o integral de industria.
  • Para el comerciante de la zona: corresponde el seguro integral de comercio.
  • Para los hogares afectados por la onda expansiva, seguro de hogar.
  • Finalmente, para los trabajadores afectados, los cubre la ART.

Recuperarse de un siniestro lleva tiempo. Para reconstruir, reparar y resarcir. En ese tiempo, la responsabilidad por el pago de honorarios y servicios, además, no se detiene. Pero la empresa no está produciendo. Para eso, existe un gran seguro, el “todo riesgo operativo”, una protección amplia para la empresa. Cubre los bienes y el funcionamiento diario del negocio frente a casi cualquier imprevisto que no esté específicamente excluido. Esto incluye daños en el edificio, la maquinaria, las mercaderías o las instalaciones, y también ayuda a compensar las pérdidas si un siniestro obliga a frenar la actividad por un tiempo.

«Nosotros, los productores, insistimos mucho en que las empresas -y las personas- tienen que buscar estar verdaderamente protegidas. Porque el día del siniestro es cuando uno descubre que lo contratado no alcanza. Quienes nunca tuvieron una experiencia así suelen pensar que no hace falta, pero situaciones tan graves como esta muestran lo contrario: las sumas deben ser realmente suficientes para cubrir los daños.” explica Ana Belén.

“No hace falta pensar en hechos tan catastróficos. En situaciones mucho más simples y cotidianas también hay que activar la cobertura, y ahí es donde se nota la diferencia. El todo riesgo operativo, por ejemplo, permite sostener sueldos, impuestos y servicios cuando la empresa queda detenida. Son protecciones que muchas veces no se contratan y que, de existir, cambian completamente la historia de las personas y su futuro”, concluye.«


NOTAS RELACIONADAS