Dato: 34% (promedio) del padrón de pas son mujeres.Siendo la mitad de la población, las mujeres no alcanzamos un nivel significativo en puestos de decisión en todas las industrias a nivel global; ¿tendrá algo que ver la maternidad con ello?
Por
Ana Belén Leyva,
Prosecretaria
Desde niñas aprendemos a cuidar a otros jugando “a la mamá”. Eso estimula un sentido de la vida ideal y aspiracional, en la cual la llegada de la maternidad nos encontraría “preparadas” para cumplir estas tareas, Sin embargo, como mujeres del siglo XXI, accedimos a niveles educativos superiores y nos graduamos con mejores promedios, aspirando a una proyección laboral exitosa ya sea que trabajemos en relación de dependencia o seamos autónomas.
También crecimos con la idea de que somos multitasking, lo cual confiere una serie de superpoderes para hacer múltiples tareas a la vez; hasta aquí estaría todo conciliado en este modelo de vida ideal que equilibra trabajo y vida personal, para dar el siguiente paso (como en la serie argentina del momento “ENVIDIOSA”): hacer el camino “correcto” para llegar a la edad biológica perfecta para maternar con todo resuelto.
Pero…la llegada de la maternidad es un punto de inflexión en la vida de las mujeres: el nuevo rol pone en jaque nuestra situación laboral, económica, organizacional, familiar y de proyección profesional, entre otras. Y desde este punto quisiera hacer algunas reflexiones acerca de este rol tan importante y nuestra faceta laboral.
Hace años escuchamos el mensaje del empoderamiento femenino y se ha ido asociando a esa super capacidad de ser multitask, es decir, que gracias a esta habilidad podríamos conciliar la maternidad y la vida profesional sin problemas. Si bien existen estudios neurocientíficos recientes que explican por qué el cerebro femenino puede procesar información de distintas categorías a la vez (gracias a que tenemos mejores conexiones entre hemisferios), a diferencia de los varones que se concentran en una tarea con mucha precisión, cabe preguntarnos si esta es la mejor manera de lidiar con las distintas preocupaciones, deseos y obligaciones que tenemos como mujeres todos los días. O si simplemente son discursos para validar expectativas ajenas y esquemas culturales vigentes, en donde se nos sobrecarga. Si tenemos superpoderes, ¿por qué se generan tensiones al querer cumplir con todo?
La serie Working Moms ilustra distintos modelos al maternar y trabajar y las contradicciones y desafíos que se generan en esa búsqueda de equilibrio constante.Hace poco ví un discurso de Shonda Rhimes, la exitosa creadora de series como Grey’s Anatomy y Bridgerton, quien también es madre soltera de tres hijas, en la que ella se sincera ante la pregunta de «¿Y cómo haces con todo?”. “NO LO HAGO”, responde, evidenciando que si está teniendo éxito en el trabajo, está fallando en otra de las áreas de su vida; y luego agrega que quiere que sus hijas la vean como un ejemplo, como una mujer de trabajo, ya que en el mundo de sus hijas las madres trabajan, y que eso la hace feliz y completa.
El mensaje de Shonda me dejó pensando si aún ante el intento de ser un gran ejemplo para nuestros hijos e hijas, no estamos evitando hablar de cierto tópicos como la necesidad de abarcar todo y la imposibilidad de hacerlo -muchas veces por falta de apoyo familiar o institucional-, o sobre el supuesto deseo de querer “tenerlo todo en pos de este empoderamiento”, cuando quizás algunas solo deseen ser madres y no profesionales o viceversa. Estadísticamente las mujeres realizamos una triple jornada laboral producto del trabajo remunerado, más las tareas de cuidado y el trabajo doméstico. Es indefectible que se genere un impacto desestabilizador en la dinámica diaria. ¿Cómo proyectar una carrera exitosa cuando también deseamos estar en los primeros pasos de nuestro bebé? ¿Es acaso factible?
Existen casos como el de Shonda que son excepcionales y admirables, pero aún así me pregunto: ¿cómo incentivar a más mujeres a emprender una carrera profesional como la de PAS considerando lo expuesto? Asimismo, siendo madre de una niña, sueño con que cuando su generación materne, las condiciones culturales, organizacionales y también dentro de las familias sean más amenas para que las tensiones de la conciliación se alivien para aquellas que quieran ir por todo.
Existen tantas maneras de maternar como madres, el punto no es que todas hagamos lo mismo, sino que tengamos las mismas oportunidades de llevar la maternidad y nuestras vidas lo más armónica y plenamente posible. «